viernes, 5 de febrero de 2010

Mal Aliento o Halitosis.


Es importante notar que, mientras la higiene oral inadecuada y la salud bucal deficiente pueden a menudo crear las condiciones ideales para el desarrollo de halitosis (mal aliento).
Es uno de los problemas màs frecuentes ya que afecta al 50 % de las personas su causa es muy diversa el 90 % de los casos es por problemas bucales como las caries dentales.
La putrefacción bacteriana de las sustancias químicas es la que causa mayormente la halitosis.
La saliva contiene proteínas, carbohidratos e inmunoglobulinas que interfieren con el metabolismo de las bacterias y con la adherencia bacteriana a las superficies orales, y que en algunos casos son bactericidas.
Además, el rol de la saliva como un solvente en el ambiente oral químico, sirve para controlar el olor bucal; los compuestos volátiles disueltos en la saliva no huelen hasta que se hayan evaporado en el aire bucal y nuestras mucosas nasales alcanzan a registrar los químicos evaporados en el aire.
Es lógico, entonces, que si se reducen sus concentraciones en la saliva por medio de la estimulación del flujo salival, será más difícil para la presión de vapor en la boca, causada por la inhalación o exhalación, evaporarlos en el aire bucal, de modo de hacerlos menos detectables para nosotros y para otras personas.
Los productos refrescantes del aliento tienden a ser bactericidas y a estimular la secreción salival.
La masticación de chicle también estimula el flujo salival (y la eliminación de bacteria acumulada), la capacidad buffer o neutralizante, y la concentración de factores de defensa oral críticos; el chicle sin azúcar es menos cariogénico que el chicle con sacarosa y otros azúcares, pero tiende a elevar el pH oral.
Otras causas bucales de la halitosis pueden ser la ulceración a causa de diabetes, herpes o trauma, las complicaciones postoperatorias de una amidalectomía, o cirugía reconstructora oral, cánceres bucales, abscesos dentales, candidiasis, alimentos impactados, restauraciones inapropiadas de los dientes, uso de productos de tabaco y dentaduras sucias.
Desde hace siglos se ha reconocido que los alimentos ricos en compuestos de sulfuro, como ajos, cebollas o curries (que contienen ambos), son otras de las causas de olor desagradable, una vez que se han absorbido los alimentos al torrente sanguíneo, sus productos metabolizados se transfieren a los pulmones, donde se expulsan.
Los olores continuarán hasta que el cuerpo elimine el alimento.
Finalmente cualquier número de medicamentos (entre ellos, disulfiram, dinitrato de isosorbide, amonio triclorotelurado, incluso la tetraciclina), puede provocar halitosis como efecto secundario.
Tambièn el olor a cetona del aliento de los pacientes diabéticos, y el olor cetósico del aliento de los anoréxicos y de algunos de los que están a dieta por comer con poca frecuencia.
Cepíllese tres veces al día con una pasta dental con fluoruro para remover las partículas de comida y la placa dental, si no se cepilla ni usa el hilo dental diariamente, se le quedarán partículas de alimentos en la boca que acumularán bacterias que causan el mal aliento.
Los alimentos que se acumulan entre los dientes, en la lengua y alrededor de las encías se pueden descomponer y dejar un olor desagradable.
Tambièn la saliva es necesaria para limpiar la boca y remover las partículas que pueden causar olor.
Es esencial mantener una buena salud oral para reducir el mal aliento. Programe visitas regulares al dentista para recibir limpiezas profesionales y chequeos.
Si el mal aliento persiste, vaya a ver a su médico de su confianza para determinar la causa que lo origina.
Dra. Alma Villarreal Navarrete.

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