jueves, 10 de diciembre de 2009

Cuidados de la piel en invierno.

El invierno es una época en la que nuestra piel sufre un desgaste mayor, ya que recibe muchas agresiones provenientes del exterior y de las condiciones climatológicas.
Por este motivo tenemos que tener especial cuidado de ella en esta época del año, la piel está expuesta a varios factores agresivos: el frío, el viento, la calefacción y la intensa contaminación que pueden hacer daño a largo plazo.
Por eso hay que protegerla con cuidado no sólo para mantener un rostro más joven sino también para la salud.
La estación invernal maltrata el cutis a veces más que durante el verano.
El frío puede causar una deshidratación profunda de los tejidos y los cambios de temperatura y de humedad dificultan el mantenimiento del equilibro de la piel.
Esta merece un cuidado especial durante los días fríos para evitar las sensaciones de tirantez, las irritaciones y la sequedad.
Son frecuentes las descamaciones, sequedades, enrojecimiento, irritaciones… Todo un cúmulo de accidentes que hacen que la piel se envejezca antes y pierda su salud habitual.
Por esto es importante ante todo mantener una perfecta hidratación.
La piel debemos cuidarla tanto desde dentro como por fuera.
Antes de nada, y como hemos comentado anteriormente, lo primordial es hidratar desde dentro a través de la ingesta de líquidos.
El agua tiene que ser un aliado perfecto y un compañero, ya que no solo es beneficioso para la piel, sino también para el resto del organismo.
Pero no solamente la hidratación es fundamental, sino que tenemos que nutrir a la piel de colágeno que obtendremos a partir de alimentos como la gelatina animal.
Las vitaminas, en concreto la C tiene un papel importante en la protección de las células frente a los ataques del exterior. La podemos encontrar en cítricos principalmente.
A pesar de tener una buena alimentación el cuidado exterior de la piel es primordial para mejorar la oxigenación celular y evitar la formación de manchas o lesiones.
Es importante eliminar las células muertas que son las que causan en muchos casos el deterioro de la piel, ya que evitan la perfecta absorción de nutrientes y oxígeno.
Para ello realizaremos concienzudamente limpiezas mediante exfoliaciones que realizaremos una o dos veces a la semana para eliminar las células muertas.
A diario debemos limpiar el rostro por la mañana y por la noche para mejorar la absorción de las diferentes cremas que vamos a utilizar y favorecer la oxigenación.
Es absolutamente imprescindible la crema humectante, para la cual existen infinitas variedades dependiendo del gusto de cada persona, el agua caliente de la ducha, ayuda a abrir los poros de la piel, este es el mejor momento para humectarla, pues tendrá una mejor absorción.
Además, es imprescindible usar una crema con protectores solares y filtros que mantendrán aún más aislada la piel del exterior, no debemos olvidar que aún en invierno, los rayos ultra violeta atacan nuestro organismo, por esto, es imprescindible la aplicación de factores o bloqueadores solares.
Es importante que mantengamos una buena salud dérmica para evitar un envejecimiento prematuro.
El ejercicio y la buena alimentación mejorarán sustancialmente el estado de la piel, y es que el aumento de riego sanguíneo fomentará la oxigenación y estado de salud dérmico.
Es saludable conocer los secretos para el cuidado de la piel durante los meses invernales.
Dra. Alma Villarreal Navarrete.

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