miércoles, 2 de abril de 2008

Cirrosis Hepática.


La Cirrosis Hepática es una condición ocasionada por ciertas enfermedades crónicas del hígado que provocan la formación de tejido cicatrizal y daño permanente al hígado.
El hígado funciona como una gran fábrica química. Casi toda la sangre que sale del estómago e intestino pasa por el hígado.
La pérdida del tejido hepático normal disminuye la capacidad que tiene el hígado de procesar nutrientes y hormonas.
Fármacos y toxinas también disminuyen la capacidad del hígado para producir proteínas y otras sustancias.
Las causas principales de la Cirrosis Hepática son :Alcoholismo crónico, Hepatitis viral (tipo B, C ),Hepatitis auto inmune y Trastornos hereditarios entre otras, Atresia Biliar ,reacción severa a medicamentos (fármacos) ,exposición a toxinas ambientales , ataques repetidos de fallo cardiaco acompañado de congestión hepática.
Considerando todas las funciones del hígado, no es sorprendente que las enfermedades hepáticas alteren todas las demás funciones del cuerpo. Una de las enfermedades más importantes es la cirrosis.
Muchas personas que ingieren alcohol en cantidades excesivas desarrollan cierto grado de daño al hígado, pero no necesariamente lleva a la cirrosis hepática. Entre aquellos individuos que consumen entre 200 y 400 mL de alcohol diariamente por un período de 15 años o más, aproximadamente una tercera parte desarrollará cirrosis hepática, otra tercera parte desarrollará hígado graso y el resto tendrá problemas hepáticos leves.
La frecuencia con que se consume alcohol, los factores genéticos o hereditarios , el estado físico y nutricional y la cantidad de alcohol consumida son factores que contribuyen al desarrollo de la enfermedad de una persona que bebe socialmente.
No se saben las razones por qué algunos individuos son más propensos que otros a los efectos del alcohol. Las mujeres toleran peor el alcohol que los hombres. Muchos investigadores creen que la razón de esto es que los hombres tienen una habilidad mayor que las mujeres para metabolizar y eliminar el alcohol. Investigaciones indican que las mujeres, aún consumiendo menos alcohol que los hombres, desarrollan cirrosis más frecuentemente que los hombres.
El tratamiento para la cirrosis depende del tipo de cirrosis que padezca la persona, el tiempo que haya durado la enfermedad y el daño permanente que haya sufrido el hígado. Algunas veces el daño que sufren el hígado se puede corregir si se encuentra la causa específica de la cirrosis y se da el tratamiento adecuado.
Cuando la cirrosis no es descubierta a tiempo, el pronóstico puede ser menos favorable por presentar complicaciones serias que ponen en peligro la vida del paciente.
No beba en exceso.- Evite el uso de bebidas alcohólicas. El alcohol destruye las células del hígado. El grado de regeneración de las células del hígado varia de persona a persona.
Tome sus precauciones y tenga cuidado con el alcohol.
Dra. Alma Villarreal Navarrete.

No hay comentarios: